Por: FABIO ALEJANDRO ROSALES CORIA
VAPEADORES.
El Senado de la República prohibió el uso de vapeadores y el fentanilo en México y ello fue avalado por la mayoría de los congresos locales, entre ellos Michoacán. Existen quienes dicen que dicha medida obedece más a una acción para llamar la atención del “buscapleitos” presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, por parte del gobierno mexicano, para que se advierta actividad en contra de sustancias nocivas o drogas ilegales, como el fentanilo, en nuestro país.
En el caso de los vapeadores, esos dispositivos electrónicos que representan una moda entre la juventud, representan un mayor y grave riesgo para la salud que el propio consumo de cigarrillos.
Ya ve usted que por más pictogramas y mensajes que se advierten en las cajetillas de cigarros, el consumidor no solo no deja de fumar, sino que, pese al aumento en el precio, sigue comprando cajetillas de tabaco que minan poco a poco su salud e incluso la salud de su familia o su entorno, es decir, de los fumadores pasivos. Pero no solo no disminuye el número de consumidores de cigarros en México, sino que se incrementa conforma pasa el tiempo y, lo que es peor, cada vez más disminuye la edad a la que se empieza a fumar, lo que se traduce en que cada vez más, son niños los que a más temprana edad prenden su primer cigarro.
En el caso de los vapeadores, el ameritado neumólogo Guillermo Montes García, conferencista de talla nacional e internacional, se pronunció porque dicha prohibición no vaya a propiciar un incremento en el uso de vapeadores adquiridos en el “mercado negro” y antes bien, se manifestó en favor de medidas reguladoras para minimizar los riesgos asociados con su consumo, por ejemplo: exigir a fabricantes y distribuidores el registro de sus productos, establecer normas estrictas para la calidad de los productos regulando niveles de nicotina, requerir etiquetado y advertencias sobre los riesgos, prohibir la venta a menores, regular publicidad o evitar publicidad engañosa. Además, programas educativos para informar a estudiantes y alumnos y disuadir el consumo.
Todo esto en el papel se antoja viable y posible, pero como en México todo lo imposible es posible en cuanto a infringir las leyes y pasar por alto las prohibiciones, existen otras opiniones que aducen que en el tema de los vapeadores sucederá lo mismo que con el tema de los cigarrillos, es decir, en cuanto al maridaje entre las tabacaleras y los legisladores mexicanos.
Aún con la disminución a cero de la publicidad en el consumo de tabaco, ello no ha disminuido la incidencia y antes bien, la cantidad de fumadores en México aumenta. De igual forma como aumenta la moda entre los consumidores de los dispositivos electrónicos.
En Michoacán, hace lo suyo la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios, encabezada por Hebert Flores Leal, quien declaró que la medida constitucional de la prohibición no es para atacar los derechos de los fumadores sino para prevenir enfermedades de los no fumadores y de la población en general, por lo que la dependencia del sector salud a su cargo ha decomisado cantidades de dispositivos electrónicos, lo mismo que impulsa la concientización sobre el daño que causan entre la juventud y la niñez.
Para el neumólogo Guillermo Montes García los vapeadores acercan a más temprana edad el cáncer de pulmón, es decir, afectan más que los cigarrillos, pero su prohibición alentará el consumo clandestino y aumentará la incidencia del cáncer pulmonar.
No es agradable advertir en las instituciones públicas de salud a quienes han fumado toda su vida, arrastrando un tanque de oxígeno para poder seguir respirando. Y aunque con el desparpajo de que “de algo nos habremos de morir”, al menos eso dicen los fumadores trastocando en dicha frase a la expresión “qué te importa si fumo”, el consumo de tabaco, como referí, no solo disminuye, sino que aumenta. Pero lo peor de todo es que en las instituciones públicas de salud, los consumidores crónicos o empedernidos de tabaco y ahora de vapeadores, sin mayor pudor o prudencia, manotean y con aspavientos exigen “a gritos y sombrerazos” su tanque de oxígeno para poder seguir “respirando”.
YÁKIMA. El alcalde moreliano Alfonso Martínez Alcázar saborea las mieles del hermanamiento de Morelia con Yakima, ciudad estadounidense que ha canalizado hasta cuatro carros tanques a la capital michoacana en donación, para apoyo al cuerpo de bomberos morelianos. Un carro tanque se canalizó en la administración de Salvador Galván, otro con Morón y dos con el actual alcalde, aunque en diversos momentos. Pero el precursor de este hermanamiento es precisamente el doctor Rogelio Díaz Ortiz, expresidente del Grupo “Génesis” y extitular del Consejo de la Ciudad de Morelia. Díaz Ortiz fue funcionario nicolaita y de la administración moreliana con varios alcaldes, pero sobre todo se le recuerda por su buen tino, oficio político y mejores relaciones públicas, para hacer que su paso por el Consejo de la Ciudad haya sido de las más recordadas, ya que influyó en el ánimo de quienes en verdad sirven con sus positivas aportaciones de palabra, de afecto, pero sobre todo económicas, a Morelia, es decir, de consejeros que aman a su ciudad. Esa atinada conducción llevó al hermanamiento con la Ciudad de Yakima y Morelia y hoy el alcalde Alfonso Martínez, pudo saborear las mieles de dicho hermanamiento con la donación de un carro a los tragahumo locales.
MEJORA A ACCESOS A CIUDAD SALUD. Platiqué hace unos días con el profesor José Carmen Pantoja y el licenciado Nicandro Herrera Zamudio, provenientes del magisterio. Se reunirán con sindicatos del ISSSTE y del IMSS a efecto de hacer causa común para que se mejoren los accesos a los diversos hospitales que conforman Ciudad Salud: ISSSTE, Civil, Infantil y de Charo. Los accidentes, incluso mortales tanto de motos como vehiculares por el pésimo estado del pavimento son la muestra de uno de los tantos puntos a mejorar. El otro aspecto es la iluminación. En efecto… hablamos de la ruta del libramiento hasta el hospital del IMSS.
HASTA LA PRÓXIMA. Contacto: 4431213449 facebook: @fabioalejandrorosalescoria
(La Voz de Michoacán).